Ir al contenido principal

Smartwatch: la tarjeta de embarque en un reloj


Las nuevas tecnologías están cada día más presentes e el funcionamiento de las líneas aéreas. El último invento en llegar es el Smartwatch, que ya ha incorporado algunas compañías que operan en nuestro país como Iberia o Air Berlin. Pero, ¿qué es un smartwatch?


Su mismo nombre lo indica: un reloj inteligente que nos permite , entre otras cosas, la presentación de la tarjeta de embarque directamente, sin necesidad de imprimirla ni llevarla físicamente en papel. Esta especie de reloj de pulsera ha sido diseñado por Samsung y muchos nos tememos que a largo plazo va a convertirse en habitual en todos los vuelos.

Hay un nombre para este tipo de gadgets: wearable technology,  una tendencia que ya está siendo explorada por empresas como Vueling.

Lo de Air Berlin es algo un poco diferente: la aerolínea alemana acaba de lanzar una aplicación para iPhone que permite descargar la tarjeta de embarque en dispositivos Pebble Steel SmartWatch, el "reloj" cuyo uso se está extendiendo rápidamente en el sector y permite a los pasajeros olvidarse de la tarjeta en papel. Cómodo y ecológico. 

El sistema funciona trasladando el código de barras a la tecnología digital: el pasajero sólo tiene que sacudir la muñeca para que aparezca y pasarlo por el escáner para su lectura al embarcar. El dispositivo también proporciona información sobre la hora de salida programada, la puerta de embarque correspondiente e incluso el número de asiento asignado. En definitiva, todos los datos que hasta ahora se llevaban en papel. 

El mundo de los viajes está cambiando de la mano de la tecnología. A mejor, esperemos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las estrellas de mar gigantes de Isla Saona

Quienes hayan tenido la suerte de haber  disfrutado de un viaje a la República Dominicana , sabrán que en algunos rincones del país se encuentran las aguas más cristalinas del Caribe . Uno de estos paraísos es Isla Saona . Y es que hacen falta aguas limpias y transparentes para que criaturas marinas como las estrellas de mar puedan crecer. Los afortunados viajeros que pasan sus vacaciones en alguno de los magníficos resorts de La Romana y Punta Cana , tienen la oportunidad de hacer una excursión hasta la isla para admirarlas e incluso tenerlas en sus manos como un tesoro que les regala la naturaleza.   Isla Saona cautiva a todos el mundo por sus espectaculares playas, todas ellas vírgenes, donde la arena es siempre blanca y muy fina: precisamente eso es lo que más les gusta a las estrellas de mar, convertidas ya en el gran icono y reclamo turístico de la isla.  Después de un baño en la playa y un rato jugando con las estrellas, merece la pena explorar el interio

Así se viaja en el crucero del sexo

Lo llaman "el crucero del sexo" , aunque su nombre real es Desire Cruise y para ser exactos, es un crucero de swingers , es decir, pensado para parejas sexualmente liberales. En cualquier caso, esta peculiar aventura por mar navegará por el Mediterráneo Occidental , recalando en puertos como Montecarlo, Portofino, Saint-Tropez, Palma de Mallorca o Ibiza. La promoción publicitaria del Desire Cruise no deja lugar a dudas: promete un "provocativo programa de entretenimiento" durante la travesía y aclara que llevar ropa es opcional. Ellos ponen el escenario y las facilidades, los posibles intercambios sexuales corren por cuenta de los pasajeros. Y la verdad es que puede dar mucho juego ya que el buque tiene capacidad para alojar a 300 parejas. En principio, las comodidades y servicios a bordo del Desire Cruise son los mismos que los que ofrece cualquier otro crucero, aunque con algunos "extras" como el cuarto de juegos y un jacuzzi privado lounge.

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca Ningún viaje a Mallorca está completo sin una visita a la Playa de Es Trenc , en el sur de la isla, considerada como una de las más bonitas y espectaculares del Mediterráneo. No solo se trata de una de la última gran playa virgen de las islas , sino también un edén de aguas limpias y arenas blancas. Es Trenc, un verdadero paraíso que nada tiene que envidiar a las famosas playas del Caribe, pudo salvarse de la urbanización salvaje de las costas insulares en las décadas de los 60 y 70. Todo gracias a su aislamiento. Aun hoy resulta complicado llegar a ella: no hay  hoteles cerca, así que hay que tomar una carretera llena de baches hasta Ses Covetes y allí dejar el coche para seguir a pie unos diez minutos.