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Santorini o la magia de las Islas Griegas


En el Egeo, donde la historia y la belleza se encuentran en forma de miles de islas, hay un nombre que destaca por encima del resto: Santorini, escala obligada e imprescindible en cualquier crucero por las Islas Griegas.

Estamos hablando de una isla completamente diferente al resto que la rodean, con una geografía peculiar y única, consecuencia de la erupción volcánica más violenta de la historia desde que el ser humano tiene memoria, la que destruyó la isla de Thera hace unos 4.000 años y que, según se cree, habría dado pie a la leyenda de la Atlántida transmitida por Platón.


La realidad es que casi toda la isla quedó sumergida bajo las aguas, excepto una lengua de tierra en forma de media luna, abrupta y oscura, los restos de la vieja caldera del volcán.

Por suerte, nada más de aquel cataclismo queda ya en la actual Santorini, una isla hermosa y feliz conde se respira es paz y sosiego. Su capital, Thira, pasa por ser uno de los pueblos más bonitos del Egeo, asomada literalmente a un acantilado a cuyos pies se encuentra el puerto. Ambos, pueblo y puerto, están comunicados por un teleférico.


Al sur se encuentra Acrotiri y su valioso recinto arqueológico en el que se puede ver un viejo poblado dorio en perfecto estado, ya que ha sido desenterrado de su sepultura de lava hace tan solo unos pocos años. Otra visita que no hay que perderse es la de Ia, conocida como el balcón más hermoso del Egeo, adornado con con pequeñas casitas blancas e iglesias ortodoxas de cúpulas azules. Allí las puestas de sol son algo mágico.

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