Es imposible viajar a Barcelona y no sentir la influencia de Antoni Gaudí, el padre del Modernismo, en todos los rincones de la ciudad. Desde la monumental e impresionante Sagrada Familia hasta los espectaculares edificios que adornan el barrio de Gràcia con sus fachadas de fantasía y sus estructuras imposibles.
Seguir la ruta de Gaudí y la huella modernista en la Ciudad Condal es una experiencia de viaje fascinante, una sorprendente oferta de turismo cultural que nos sumerge en un mundo de arte, sueños y quimeras, el de los modernistas, elogiados e incomprendidos a partes iguales. Otra forma de conocer Barcelona.
La Sagrada Familia, símbolo universal de Barcelona |
La Sagrada Familia, símbolo de Barcelona
Este impresionante templo es el edificio más visitado de España frente al cual el propio Gaudí murió, atropellado por un tranvía cuando salía de las obras, ensimismado y sumido en sus propios pensamientos. Así son los genios.
Poco se puede decir de este lugar que no se sepa. Una visita imprescindible en todos los viajes a Barcelona. Todo el mundo acude a ver sus 18 prodigiosas torres, horadadas para que el viento sople en ellas su música, sus monumentales fachadas y su indescriptible interior. Eso sí, las colas para entrar son largas.
La fachada imposible y ondulante de la Casa Batlló |
Los edificios modernistas del barrio de Gràcia
El barrio de Gràcia, donde se encuentran algunos de los mejores hoteles de Barcelona, está salpicado de bellas joyas modernistas, maravillas de fachadas que parecen moverse, retorciéndose y cambiando de color. Esa es la esencia del modernismo: la fusión de la arquitectura con el resto de las artes plásticas, qu e se refleja también en los interiores.
Podemos descubrir todo esto visitando la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera, la Casa Batlló o la Casa Vicens, entre otros edificios, que Gaudí y sus discípulos construyeron por encargo de los grandes potentados de la burguesía de la ciudad.
El Parc Güell, un espacio urbano privilegiado en Barcelona |
El Parque Güell
Y para completar la ruta modernista de Barcelona, una visita al Parque Güell, que figura en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1984. Gaudí lo concibió como una ciudad-jardín en la que desplegar toda su imaginación y aplicar por primera vez la técnica del trencadís, consistente en decorar muros, estatuas y columnas con fragmentos de azulejos pintados.
Si tienes pensado viajar a Barcelona aprovecha para visitar este bello espacio antes de que se convierta en una atracción de pago según los planos del ayuntamiento barcelonés.
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