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Un viaje lleno de colorido: Holanda |
Molinos, queso, canales y, sobre todo, muchos tulipanes. Esos son los tópicos que uno espera de un viaje a Holanda pero que sin embargo son reales, sobre todo si elegimos primavera o verano para nuestra visita, cuando el país exhibe su cara más amable, con temperaturas agradables, hermosos pueblos y paisajes que se convierten en postales ante nuestros ojos.
Incluso si no sales de los límites de la ciudad de Amsterdam no podrás evitar ver tulipanes por todas partes: en las floristerías, donde también puedes comprar bulbos y plantarlos en casa, parques y en el encantador Mercado de las Flores junto a los canales.
Keukenhof, el reino de las flores
También puedes fijar tu hotel en Amsterdam y dedicar un día a realizar una estimulante excursión por los campos floridos que se sitúan al sur de la ciudad, en dirección a La Haya.
Hay quien incluso alquila una bicicleta, el medio de transporte más utilizado del país, para perderse por los caminos que recorren los campos alrededor de la localidad de Lisse, donde se cultivan millones de flores.
Hay quien incluso alquila una bicicleta, el medio de transporte más utilizado del país, para perderse por los caminos que recorren los campos alrededor de la localidad de Lisse, donde se cultivan millones de flores.
Precisamente cerca de Lisse se encuentra el parque temático dedicado a las flores más famoso del mundo: Keukenhof, que solo abre sus puertas un par de meses al año. El paseo por este parque nos sumerge en un universo de belleza natural único, adornado con el color y la fragancia de cerca de 7 millones de tulipanes de todos los colores, narcisos, jacintos y otras flores, incluidas las exóticas orquídeas, a resguardo en un enorme invernadero.
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