No hay mejor manera de matar el tiempo durante un vuelo de larga distancia que echarse un sueñecito. Pero por desgracia, dormir en un avión no es siempre algo demasiado cómodo. Veamos: están los asientos estrechos, el ruido, la luz, sin olvidarnos del típico vecino de butaca molesto... Pero la clave está en encontrar la postura correcta. Estas son las mejores posturas para conseguir dormir en el avión, según los expertos:
Usando la ventanilla como almohada, apoyando la cabeza sobre ella y usando alguna prenda de vestir que haga las veces de cojín. Una buena idea, siempre que no cometas el error de reservar asientos centrales o de pasilllo.
Sobre el hombro del vecino de asiento. Este supuesto solo es válido para los que viajan juntos y tienen la suficiente confianza para hacerlo. Aunque visto de otro modo, también puede servir para conocer gente nueva. No es una postura muy aconsejable para vuelos largos, pues puede producir un tremendo dolor de cervicales.
Comprando un reposacabezas portátil, un accesorio de viaje que se está poniendo de moda y que nos permite dormir casi en cualquier posición. Si vuelas con mucha frecuencia, no dudes en regalarte uno.
Construyendo una cama en una fila de asientos, si bien sólo podremos hacer uso de esta solución cuando viajemos en un vuelo que no vaya lleno. Eso sí, si tenemos la oportunidad, es lo más parecido a dormir en una cama que conseguiremos dentro de un avión.
Reclinando el asiento. Un clásico, pero en muchas ocasiones muy molesto para el pasajero que viaje en la fila de atrás.
Reposando la cabeza sobre la bandeja, un recurso disponible
durante todo el vuelo, excepto en el momento del despegue, el del
aterrizaje y, por supuesto, la hora de comer.
¿Conoces alguna otra postura cómoda para dormir en tus vuelos y viajes?
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