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Un paseo por las murallas de Dubrovnik


La región de Dalmacia, en Croacia, bañada por las cristalinas aguas del mar Adriático, es uno de los rincones más bellos del sur de Europa. Nada mejor que una ruta por la Costa Dálmata para descubrir sus tesoros, entre los cuales destaca con luz propia un destino por encima del resto: Dubrovnik.

La llamada "perla del Adriático" es famosa por su ciudad amurallada, que fueron durante siglos el principal elemento defensivo de la ciudad y hoy uno de sus grandes atractivos turísticos. Ellas marcan los límites del casco antiguo con un perímetro irregular de casi dos kilómetros, incluyendo 16 bastiones y cinco fortalezas.


Un paseo por las murallas nos ofrecen unas fabulosas vistas de los tejados rojos de Dubrovnik y la costa. Pero también nos brinda la oportunidad de realizar un viaje atrás en el tiempo visitando la Puerta de Pile, monumental entrada a la ciudad, el Fuerte de Bokar, la Torre Minčeta o la enorme y rotunda Fortaleza de San Juan, donde se ubican el Acuario y el Museo Marítimo, ambos de gran interés para el visitante.

Las Murallas de Dubrovnik, llamada entonces Ragusa, fueron levantadas en el siglo XIV para protegerse de los venecianos. Tan sólidas eran que resistieron los ataques del enemigo e incluso siguieron en pie después del devastador terremoto de 1667. por desgracia, fue a causa de los bombardeos durante el asedio de la ciudad en la Guerra de Yugoslavia, en los años 90, cuando más daños sufrió esta joya histórica. Daños por fortuna hoy subsanados.


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