Ir al contenido principal

London Eye, la gran noria de Londres


Fue construida para conmemorar la llegada del año 2000 pero su éxito fue tan grande que decidieron que se quedara en la capital británica para siempre. Hablamos del London Eye, la gran noria de Londres, que da una vuelta completa cada diez minutos a orillas del Támesis.

En tu viaje a Londres no puedes dejar la ocasión de subirte en ella y disfrutar de unas fantásticas vistas de los grandes espacios urbanos y monumentos de la ciudad: el Big Ben, Hyde Park, Piccadilly Circus... ¿Quieres saber más de esta impresionante noria?

Un must en Londres


El London Eye, situado junto al puente de Westminster, es ya uno de los grandes iconos de la ciudad, el lugar que aconsejan visitar todas las guías y hoteles de Londres. Se trata de una gran noria de 135 metros de altura, completamente moderna y segura. Dispone de 32 amplias cabinas con capacidad para 25 personas, confortables y completamente acristaladas.

Aunque hay siempre largas colas a sus pies y el precio del billete no es precisamente barato (£15 por un paseo de apenas 10 minutos), es una experiencia absolutamente recomendable, un must en Londres y la mejor forma de admirar la grandeza y el encanto de la capital inglesa desde lo más alto.

Hay otras norias en el mundo, más grandes y espectaculares, pero ninguna ofrece la cascada de sensaciones del London Eye, seguramente porque sólo ella gira en el horizonte de Londres, una capital llena de cultura, arte, tradición y mil opciones para divertirse.

¿Te animas a subirte al London Eye y dar vueltas en la noria de una de las ciudades más fascinantes del mundo? Sólo tienes que reservar con nosotros tu viaje a Londres. No olvides escribir la palabra TRAVEL en el espacio reservado al código promocional y obtendrás un fantástico descuento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las estrellas de mar gigantes de Isla Saona

Quienes hayan tenido la suerte de haber  disfrutado de un viaje a la República Dominicana , sabrán que en algunos rincones del país se encuentran las aguas más cristalinas del Caribe . Uno de estos paraísos es Isla Saona . Y es que hacen falta aguas limpias y transparentes para que criaturas marinas como las estrellas de mar puedan crecer. Los afortunados viajeros que pasan sus vacaciones en alguno de los magníficos resorts de La Romana y Punta Cana , tienen la oportunidad de hacer una excursión hasta la isla para admirarlas e incluso tenerlas en sus manos como un tesoro que les regala la naturaleza.   Isla Saona cautiva a todos el mundo por sus espectaculares playas, todas ellas vírgenes, donde la arena es siempre blanca y muy fina: precisamente eso es lo que más les gusta a las estrellas de mar, convertidas ya en el gran icono y reclamo turístico de la isla.  Después de un baño en la playa y un rato jugando con las estrellas, merece la pena explorar el interio

Así se viaja en el crucero del sexo

Lo llaman "el crucero del sexo" , aunque su nombre real es Desire Cruise y para ser exactos, es un crucero de swingers , es decir, pensado para parejas sexualmente liberales. En cualquier caso, esta peculiar aventura por mar navegará por el Mediterráneo Occidental , recalando en puertos como Montecarlo, Portofino, Saint-Tropez, Palma de Mallorca o Ibiza. La promoción publicitaria del Desire Cruise no deja lugar a dudas: promete un "provocativo programa de entretenimiento" durante la travesía y aclara que llevar ropa es opcional. Ellos ponen el escenario y las facilidades, los posibles intercambios sexuales corren por cuenta de los pasajeros. Y la verdad es que puede dar mucho juego ya que el buque tiene capacidad para alojar a 300 parejas. En principio, las comodidades y servicios a bordo del Desire Cruise son los mismos que los que ofrece cualquier otro crucero, aunque con algunos "extras" como el cuarto de juegos y un jacuzzi privado lounge.

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca Ningún viaje a Mallorca está completo sin una visita a la Playa de Es Trenc , en el sur de la isla, considerada como una de las más bonitas y espectaculares del Mediterráneo. No solo se trata de una de la última gran playa virgen de las islas , sino también un edén de aguas limpias y arenas blancas. Es Trenc, un verdadero paraíso que nada tiene que envidiar a las famosas playas del Caribe, pudo salvarse de la urbanización salvaje de las costas insulares en las décadas de los 60 y 70. Todo gracias a su aislamiento. Aun hoy resulta complicado llegar a ella: no hay  hoteles cerca, así que hay que tomar una carretera llena de baches hasta Ses Covetes y allí dejar el coche para seguir a pie unos diez minutos.