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Isla de Alcatraz, una cárcel de cine


The Rock

The Rock. Así es como todo el mundo conoce a la isla de Alcatraz, situada en medio de la bahía de San Francisco, en realidad un pequeño islote en cuanto a extensión pero un lugar inmenso lleno de historia y capaz de despertar una fuerte fascinación entre los viajeros, especialmente los amantes del cine.

Y es que todo el mundo relaciona el nombre de Alcatraz con el de una de las prisiones más famosas de la historia, y la que más juego ha dado en la gran pantalla. Por ese motivo cada año visitan este lugar miles de personas, tomando el ferry que zarpa desde el poular muelle de Fisherman’s Wharf, en el puerto de San Francisco. 


 El trayecto dura apenas media hora y por sólo 40 dólares podemos realizar la excursión completa, con entrada incluida a la vieja cárcel. Al principio puede ser una pequeña decepción, ya que la isla siempre parece más pequeña de lo que uno se había imaginado. 

Sobre ella, en apenas 7 hectáreas de terreno, se levantan un pequeño faro y los edificios de la penitenciaría, rodeada de altos muros y alambres de espino. No parece gran cosa, pero la leyenda de Alcatraz se forjó no gracias a sus dimensiones, sino a los ilustres presos que estuvieron encerrados allí, tipos como Robert F. Stroud “Birdman”, Alvin Karpis o el mismísimo Al Capone. 


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